Crítica a la esperanza, la fe y la humildad

Ricardo López Pérez (Universidad de Chile)

Al margen de sus significados, sus raíces etimológicas y su particular biografía, las palabras tienen una carga simbólica, a veces positiva, a veces negativa. Más aun, llegan a convertirse en entidades prestigiosas o inversamente en representaciones infamantes. Sólo como ejemplo, las palabras democracia, dignidad o libertad no tienen el mismo simbolismo y prestigio, que tiranía, inquisición o pecado. Bastante obvio, pero en muchos casos esta condición de prestigio puede ser engañosa. En cierto modo, insidiosa. Muchas palabras de contenido prometedor, que en apariencia engrandecen la condición humana, enmascaran significados que debieran ser observados en forma crítica. En efecto, hay palabras que gozan de buena prensa, nombran conductas valiosas, y hasta llegan ser objetos de deseo, pero se desdibujan al ser examinadas con detenimiento. Muestran un rostro luminoso, pero sin consistencia. Es el caso de palabras de uso tan habitual como esperanza, fe y humildad.

Descargar el artículo completo en PDF aquí